14 de marzo de 2013

El arte de la Semana Santa andaluza



Menos de dos semanas son las que quedan para el comienzo de una de las semanas grandes de Andalucía. La Semana Santa supone un fenómeno sociocultural, económico y turístico de gran importancia para la comunidad andaluza. Son centenares las cofradías y hermandades que muestran los pasos de la Pasión y Muerte de Cristo por sus calles. Los pasos son auténticas obras de arte. Obras de arte realizadas en el Barroco español. El Barroco ocupa el siglo XVII y la primera mitad del XVIII. Este periodo está caracterizado por el catolicismo y la religión, principalmente. La Iglesia se encontraba en una profunda crisis debido a la corrupción y el neopotismo. El catolicismo se vio en la necesidad de reafirmar su supremacía. Se encargó de difundir el culto a la Virgen y a los santos.
El país donde más se reflejaron estas características fue España. Son varias las escuelas que hay en España de imaginería barroca: la andaluza, la castellana y la levantina. Esta imaginería se define por su carácter realista y el sistema artesanal. El material predominante es la madera, ya que la difícil situación económica de España no permitía emplear materiales como la piedra, que era el empleado en escultura en el resto de Europa. Hay dos grandes tipos de escultura: los retablos de las iglesias y los pasos procesionales. El nombre de paso procede del latín passus que significa sufrimiento, de ahí que el sentimiento predominante en estas esculturas sea el sufrimiento. Para dar un mayor realismo se emplearon postizos, como por ejemplo lágrimas de cristal, pelo natural o uñas.
En Andalucía se pueden distinguir dos focos de trabajo de imaginería: Sevilla y Granada. Algunos autores señalados son Juan Martínez Montañés, escultor del Cristo de la Clemencia de Sevilla; Juan de Mena, autor de Jesús del Gran Poder de Sevilla; y Alonso Cano que esculpió la Inmaculada de Granada.
Jesús del Gran Poder es una talla para vestir, por lo que sólo está tallada la parte que queda al descubierto, es decir, las manos, la cara y los pies. La escultura policromada consigue dar gran sensación de movimiento que se consigue adelantando un pie respecto al otro. Esta técnica ya era empleada por los egipcios en sus pinturas y esculturas. La crudeza y el realismo son características esenciales en el rostro. Este paso procesiona por las calles sevillanas en la madrugada del Viernes Santo.

Son muchos los pasos de santos, vírgenes y cristos  que podríamos nombrar, y no sólo del Barroco. La imaginería española ha estado presente en los siglos posteriores.
Grandes  obras de arte que hay que ver, por lo menos, una vez en la vida.

Sandra Fernández Serrano, 1.º PERIODISMO

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