16 de marzo de 2013

Aquello que no se puede expresar con palabras


A finales de siglo XVIII, principios del XIX, una corriente artística denominada Romanticismo se hizo con la mente y el corazón de aquellos que más ansiaban la libertad, la paz, el amor y la fraternidad. Este movimiento cultural y político originado en Alemania y Reino Unido surgió como una reacción revolucionaria a la racionalidad del Neoclasicismo, otorgándole prioridad a los sentimientos y a la exaltación del “yo”.

La valoración de lo diferente contra lo común; el liberalismo frente al despotismo; la originalidad frente a la tradición clasicista y la adecuación a los cánones; el protagonismo del amor; el erotismo; los mitos y la evocación de sentimientos antiguos de la Edad Media, junto con una gran variación paisajística, desde grandes bosques hasta las más oscuras ruinas, son las principales características plasmadas en las grandes obras de esta época.

En Europa, el apogeo del arte romántico pictórico se da, aproximadamente, entre 1820 y 1850.

Caspar David Friedich: El caminante sobre el mar de nubes
Los pintores alemanes más importantes de esta etapa romántica son: Philipp Otto Runge, considerado como renovador del arte de inspiración cristiana y precursor del movimiento nazareno, destaca por su obra La gran mañana; Caspar David Friedich, es considerado como el representante más genuino del movimiento romántico alemán, ya que se caracteriza por ser un pintor de carácter atormentado, cultiva paisajes, ruinas góticas, noches oscuras, cementerios, etc; y por último, Karl Friedich Shinkel, arquitecto neoclásico que expresa el romanticismo en la pintura, cuyos temas son la Edad Media y la naturaleza.

En Inglaterra, escritores y poetas influyeron en los pintores, que contribuyeron a difundir esta corriente a otras partes. Los pintores más característicos de esta época son: William Turner, considerado como un gran maestro de la paisajística británica en acuarela; J. H. Füssli, es un autor que está influido por el marinismo, Miguel Ángel y el arte gótico, una de sus obras más representativas es La pesadilla.

En Francia, autores como Théodore Gericault fue uno de los alumnos neoclásicos de la escuela Jacques Louis David, que trato temas de la vida cotidiana elevándolos a hechos históricos. Mostraba la desesperación y el sufrimiento de la gente de la época con obras tales como La balsa de la Medusa u Oficial de cazadores a la carga. Antoine Jean- Cros, es otro autor romántico considerado el padre del romanticismo francés, su cuadro más famoso es Bonaparte visitando a los apestados de Jaffa. Eugene Delacroix, fue un pintor apasionado que trato obras de carácter liberal mayormente, como La libertad guiando al pueblo.

Por último, esta corriente artística llego a España con un representante que se convertiría en uno de los hombres más reconocidos del Romanticismo: Francisco de Goya.

Inés Martínez García, 1.º Periodismo A

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